El lenguaje de los caballos – Expresión facial

La capacidad de expresión de un caballo es relativamente escasa. Los
músculos faciales tienen menos movilidad que la de los humanos. Sin
embargo, un jinete con experiencia puede saber el estado de ánimo de su
caballo con solo mirarle la cara. Será capaz de decir si se siente bien
o está enfermo.
Las orejas:
Las orejas de los caballos tiene mucha movilidad con el fin de saber el origen de cualquier ruido a larga distancia.
Unas orejas echadas hacia atrás son una advertencia o un signo de
agresión, mientras que las orejas relajadas y muy móviles indican que el
caballo tiene interés, está relajado y dispuesto a cooperar.
Cuando el caballo está durmiendo, suele tener las orejas colgando
relajadas hacia los lados. En general se puede decir con seguridad que
las orejas apuntan en la dirección que atrae la atención del caballo.
La nariz:
Observando su nariz se puede saber si el caballo está relajado, de
mal humor o, si le duele algo. Cuando está de buen humor, tiene la boca
blanda, relajada y móvil, mientras que un caballo malhumorado la
mantendrá tensa y firme. El dolor, por ejemplo en caso de cólico, se
puede apreciar sobre todo en la zona de la nariz: los ollares están
apretados, la boca tensa y probablemente los dientes también se hallen
apretados.

Los ojos:
Los ojos nos indican el carácter y el humor del caballo.
Unos ojos grandes, abierto y tranquilos, con una mirada interesada,
indican que es un caballo inteligente, confiado y seguro de sí mismo.
Los ojos siempre reflejan malas experiencias, miedo y falta de
confianza. Si se encuentran muy abiertos, son un signo de miedo. A
veces, sin embargo, este tipo de ojos es el resultado de la pigmentación
de una raza en particular, por ejemplo en le caso de muchos Appaloosas.
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