martes, 23 de abril de 2013


El caballo y su limpieza

 
El caballo necesita un mínimo de higiene para sentirse bien consigo mismo. La limpieza es una de las tareas físicas mas duras  del cuidado de nuestro caballo y que se debe ser constante en su realización. Cuanto mas a menudo lo hagamos, más práctica tendremos y, por tanto, menos nos costara.  Pero no nos lo tomemos como una obligación, ya que es algo que forma parte de aprender a tratar con nuestro caballo. Durante ese cuarto o media hora, estamos entablando una amistad con el caballo, nos presentamos ante él. El caballo es muy sensible a las sensaciones. A través de la limpieza, el caballo se familiariza con nosotros, aprende a respetarnos y le invitamos a que confié en nosotros .
Los caballos que viven en un box deben ser aseados a diario para quitarles el pelo suelto, la suciedad y mantener una higiene básica. Pero los caballos que viven en libertad no se les debe asear muy a menudo, ya que todos los aceites necesarios para un buen aislamiento térmico y una buena impermeabilidad se conservan en su pelaje.
El uso de jabones, champús, etc. esta indicado pero no con tanta frecuencia como se cree.  Los caballos se protegen de las inclemencias del tiempo con su pelaje, que en las épocas invernales se espesa y duplica. También se agrega una secreción grasa que, no solo impermeabiliza si no que también evita la evaporación del calor producido por la combustión alimenticia.
Ventajas de una buena limpieza
Resulta asombroso como puede llegar a cambiar el aspecto del caballo gracias a la limpieza. Pero la limpieza no sólo contribuye a realzar el aspecto del caballo, sino que le ayuda a mantenerse sano. A los parásitos de la piel, como los piojos, les encantan los ambientes sucios, llenos de desechos orgánicos, como la grasa, los restos de piel muerta y el sudor seco, con los que algunos de ellos se alimenta. Un lugar tranquilo facilita la puesta de huevos y su reproducción.
Del mismo modo, la higiene de la piel es muy importante,  estimula sus funciones,  excita el apetito,  activa la digestión, fortifica los músculos, etc.
Manteniendo a nuestro caballo limpio, le demostramos que lo respetamos, a él y al mundo del caballo en general . Además no es muy agradable montar en un caballo descuidado, ya que finalmente,  se acabará ensuciando el equipo y el jinete.

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